El museo de Piedad Isla
La historia se repite. En Cervera de Pisuerga, a pocos kilómetros de casa, en un rincón tranquilo, con su huerta y su pozo formando parte de la misma vivienda donde hacen la vida sus cuidadores, se levanta una casa con 500 años de historia. La fundadora del Museo, Piedad Isla, cuya vida "etnográfica" ha sido una constante, tal y como en Valladolid pudiera serlo la de Joaquín Díaz, quiso hacer realidad un viejo sueño. Y de verdad que aquello es mucho más que un sencillo homenaje. Allí se escenifica en un instante todo el folklore de estos lugares, todo lo que le ha dado vida y alimento: la fragua, los telares, los utensilios de la mina y el molino ... Su devoción por la tierra que amaba le ha llevado a hacer realidad en la etapa cumbre de su vida, la fotografía, a la que tantos años estuvo entregada en cuerpo y alma. Cuando a un autor cualquiera se le pregunta por una de sus obras preferidas, con más o menos sacrificio siempre se aferra a alguna. Piedad, no. Para ella