Agruparse

No quisiera que se desanimara nadie. Para eso abro el cuaderno y hago un seguimiento de la montaña conversando con personajes muy vinculados a ella. Periódicamente, los responsables de éste y otros medios consideran propicio hacerme un hueco sabiendo que en medio de todo ese negativismo que parece imponerse, trato de llevar la esperanza a los míos.




Pero he perdido el optimismo. Llevo escribiendo muchos años lo mismo y quienes me conocen un poco saben que muchas veces me he visto acorralado por la duda y ahora mismo -se lo digo de verdad-, estoy llevando al periódico las últimas historias, los últimos lamentos. Ni siquiera el último Consorcio que se ha presentado hace unos días y donde se agrupan 15 ayuntamientos de la zona norte me anima a esbozar un cambio de criterios. 

Durante estos últimos años han sido varias las Asociaciones que nacieron con el mismo entusiasmo y quebraron, o cansaron, o murieron sin que nadie se explique muy bien las causas de ello.

Agruparse o ganarle terreno a la distancia.

Agruparse es comprometerse a hablar en común, todos, para subsanar aquellos problemas contra los que individualmente no se puede luchar.

Con estas ideas y otras parecidas se agrupa la gente, pero el sueño suele durar una o dos temporadas. No hay dinero para mantener la iniciativa y los promtores se cansan porque, por norma general, siempre recae sobre ellos toda la carga. Estas y otras matizaciones podrían corroborarlas aquellos que llevaron cierta responsabilidad en Asociaciones como "Cervera más allá", "Asociación de la Montaña Palentina", "Pernía"... etc . 

Cuando se inicia una andadura en común con otras personas que, aún sintiendo lo mismo en muchos aspectos se sienten sujetos a las directrices de un determinado jefe, todo queda supeditado entonces a los primeros que, cosa normal, terminan agobiados, sin comprender muchas veces qué camino es el más idóneo para salir del bosque. 

Eso he podido comprobarlo varias veces a lo largo del año, y aunque sea bueno, aunque merezca la confianza de todos este nuevo proyecto, no debemos hacemos ilusiones mientras falte lo esencial: una amplia apertura de criterios entre los miembros y el empuje económico de la Junta de Castilla y León. Luego, naturalmente, que quienes lo administren no den preferencia a asuntos que -como el mismo Parque Natural- han de encontrar vías de solución y estudio por otros caminos. 

Miremos la sanidad de nuestros pueblos, las vías de comunicación, las máquinas quitanieves, el mantenimiento de las escuelas... sepamos que quienes permanecen en los pueblos contribuyen a mantener y aumentar ese turismo que se pretende consolidar en los próximos años. 

Debo señalar para esperanza de todos que, más o menos, con esas directrices ha comenzado a trabajar ese Consorcio: la ayuda económica de la Junta y mejorar el nivel de vida de todos los pueblos que forman la montaña. 

Con esa garantía y en ese camino tienen mi voto de confianza y mi desinteresada colaboración para potenciar a través de la prensa u otros medios nuestra Montaña Palentina. 

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