No hay nada imposible, aunque quienes venden a través del periódico un pueblo, nos vuelven a poner en evidencia. Una columnista de este medio se preguntaba recientemente de quién era la culpa y uno, sinceramente se lo digo, está agotando sobre el papel las últimas historias.
Unos años atrás sucedió algo similar, aunque casos parecidos y en otros sectores se estén repitiendo de contínuo. La sección de «correo espontáneo o cartas al director» de los distintos medios, sirven de ejemplo muchas veces, cuando un ciudadano que se ha visto afectado por una situación irregular o desagradable, pide una respuesta o descarga su parecer sobre el asunto.
Todo es loable, verdad. Estas mismas crónicas pueden llegar a serlo, pero nada conseguiremos mientras sigamos refugiándonos en una falsa alabanza. Me confesaba Luis Ángel, miembro de la Junta vecinal de San Salvador, su disposición a enfrentarse con las situaciones irregulares que a su juicio se vienen detectando en la localidad. Hace años que mucha gente se pregunta en corrillos, a espaldas de, en el bar de la esquina, sobre los asuntos que deben y pueden esclarecerse. Pero se mantiene el silencio para que todo siga aparentemente por el buen camino, para que los cuatro vecinos que ahora quedan no vivan enfrentados en una conspiración permanente que va haciéndose callo. Si dentro de estos pueblos no hay armonía, cómo se va a conseguir la justa reivindicación de un médico o un un maestro, el arreglo inmediato de la carretera comarcal, un servicio de transportes, unas máquinas quitanieves en Cervera. En definitiva, ¡una necesaria y urgente revalorización de nuestra zona de montaña!.
©Froilán De Lózar para la sección "Cuadernos de Montaña"
"El Norte de Castilla"