Sobre el Condado de Pernía II

Y como el momento que vivimos hay que valorar y entender también las vicisitudes de aquel tiempo, momento en el que se levanta nuestra colegiata y los obispos reciben, a finales del siglo XII, ampliaciones y beneplácitos como recompensa a la merma de su poder jurisdiccional en la capital.


En 1181 se amplía el coto al que nos referíamos en el artículo anterior sobre la Abadía, añadiendo una cláusula sobre la ganadería que pertenece a dicho monasterio, en el que se incluyen vacas, yeguas y establos donde se alojan y una curiosa coletilla que dice: "acoto tres hombres capturados en las villas de Santa María para que no puedan ser capturados más veces."

Sobre los lugares acotados que van creciendo y donde se cita la iglesia de Santa Leocadia en el lugar desaparecido de Carracedo, se añaden lugares de Cabezón, Bedoya, la iglesia de San Vicente o de los moros en Cervera y otras tantas de la parte de Liébana.

En la citada Conferencia, Laureano escribe que el rey otorga al Obispo de Palencia la inmunidad y el señorío en estas tierras como compensación por el declive de su poder en la ciudad y a cambio de una mayor libertad concedida a los ciudadanos palentinos.

Como publicista, me interesa rescatar la historia como se ha venido desarrollando y escribiendo en los siglos de atrás, pero como oriundo del lugar me rebelo ante esos dogmas reales que tomaban por doquier tierras a su albedrío para dejarlas en manos de la iglesia que tanto miedo nos metía con el demonio. "Yo dono a Don Raimundo, mi legítimo tío, -escribe el Rey Alfonso- el Monasterio de San Salvador de Campo de Muga, con todos los términos hasta sus límites y pertenencias y posesiones que hoy tiene.../ excepto las poblaciones de Camasobres y los barrios de Resoba.

Salvador Minguijón, historiador bilbilitano explica que todas las tierras y heredades que el rey concede a los obispo de Pernía, se hacen en compensación por los tributos que se les perdonará, como el de ossas, huesas o bodas, que pagaban los vasallos a los señores cuando casaban a sus hijas.

De la sección, "La Madeja", para Diario Palentino, @2016
Imagen: José Luis Estalayo. 

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