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La Saga de los Mier (I)

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Desde la Peñamellera a los Redondos En Mier, en el Valle de la Peñamellera, se establece uno de los Condes de Álava que sobrevive a una serie de enfrentamientos entre las familias Vela y los Fernán González de Castilla, cambiando su apellido por el de Mier para alejar el odio del linaje castellano que no se veía saciado. Las raíces familiares de los Mier se hallan en la tierra del mismo nombre, la Peñamellera asturiana, cercana a Covadonga. Los Mier tenían el patronato de la parroquia de ese pueblo hoy asturiano y en la abadía de San Pedro de Plecín. La iglesia de este lugar es una bella muestra del románico tardío, que viene a emparentar estilísticamente -al decir de los críticos- con iglesias tardorrománicas palentinas y burgalesas. Aquellos Mier iniciaron peregrinaje, de manera que sus ramas florecerán en Liébana, Trasmiera, Cabuérniga, Campóo y por supuesto América. Mier es un apellido de generosa difusión en Cantabria. Julián Trespalacios y Mier en el discurso acerca

Copia y reproducción

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A primeros de abril de este año la Agencia EFE difunde un comunicado en el que se invita a reflexionar sobre la copia en el Curso de las Claves del Románico. Tarde nos damos cuenta en reconocer que sólo se avanza cuando nos afianzamos en los demás, en aquello que otros han copiado de otros, (citándolos convenientemente), imprimiendo también en el acto el toque personal, sumando allí experiencias e impresiones propias de cada uno. Esto se nota mucho, si se fijan, en las "fábricas" de nuestro románico, recordemos, repitamos sin cansarnos, la mayor concentración de este arte en Europa. Es verdad que muchos edificios parecen copias, y lo son de hecho, pero si nos aproximamos encontraremos detalles nuevos que amplían y complementan el original. Hace unos meses, alguien lanzó un twit donde proponía que se reconocieran los derechos de autor en una frase. Pues, eso, y todos dioses, todos con sus derechos de autor, colgando cuadros de reconocimiento en las paredes. ¡Como si

El viejo puente de Vañes

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En todos los pueblos hay alguien que destaca por algo. En San Salvador era Gabriel González, que heredó el apodo de su padre: “dios de la Pernía”. Como poeta, nos deja en verso y en un pequeño libro las Ordenanzas de San Salvador. Como director de teatro no tenía precio. Y además brillaba como publicista, cuando iba a exponer sus productos a las ferias de las villas cercanas. "Si quiere comprar guadaña, que le haga buen segador, consúltele marca y precio al "dios" de San Salvador." Y en la parte inferior de la hoja, una pequeña aclaración: “No comprar sin consultarme precios”. Otra octavilla rezaba: "Si no quieres andar a gatas, como andan los gatos, ven a calzarte en casa del "dios" a precios baratos." Quise llevarle como protagonista a la charla de Vallespinoso de Aguilar, porque me aseguraba en aquella larga entrevista que su padre estudió el oficio de cantero por correspondencia. Su ilusión era hacer el puente de Vañes. Cuando se

La Colegiata en medio

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Provengo de una familia de comerciantes, y aquello me sirvió para conocer cada pueblo y cada casa de Pernía y Castillería. Cuando yo era joven hicieron una casa en la parte baja del pueblo, donde se encuentra la fábrica de harinas y allí abrieron otra tienda. Entre una y otra se encontraba la iglesia. La Colegiata se encuentra en medio, por debajo de la escuela donde aprendimos las primera letras y la visión de su espadaña era visión repetida una porción de veces cada día, cada instante, un encuentro con ella en cada recado del barrio de arriba al barrio de abajo... Se atribuye la creación de esta iglesia abacial a la condesa Elvira, nacida en el siglo XI, mujer del Conde Munio Gómez, hijo menor del conde Gómez Díaz, del linaje de los Beni Gómez de Saldaña. Según me apunta el investigador Valentín Ruesga, Munio murió el año 1025, pero sigue al frente del condado su viuda como consta en documentos de la catedral de León de 1037 y 1069. Que nada tiene que ver con Fernando I, como

Románico en vivo y en directo

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Mañana hablaré en Vallespinoso de Aguilar de los canteros de nuestra tierra, de los canteros del románico. Esto no requiere gran esfuerzo, ni voy a descubrir ninguna cosa, porque la mayor parte de los que levantaron los templos se fueron sin firmar sus obras, abducidos en muchos casos por quienes las patrocinaban, personajes ligados a la iglesia o a la nobleza, que vieron en el hecho un motivo para perpetuarse. El ejemplo más cercano a nosotros lo tenemos en la Abadía de Lebanza, donde el conde Gustioz, parece que deformación de Bustio, aunque hay todo un galimatías montado en torno a los Condes -que explicaré en otro momento-, aparece como benefactor de un arco de la misma. Y lo mismo hace el prior Pedro Caro que patrocina otro capitel de la misma iglesia. La cuestión es que a excepción de unos pocos que lo escondieron en los signos, y de algún otro como Miguel,  en la iglesia de San Cipriano y San Cornelio de Revilla de Santullán, se desconoce la verdadera personalidad de los

Romances a la luz del candil

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Carlos Porro, que nace en Pontevedra en 1972, aunque con raíces familiares en el pueblo palentino de Abastas, de donde son sus abuelos, es un etnógrafo de la Fundación Joaquín Díaz, que inquieto por tantos y tan diversos sones como le van llegando de nuestros pueblos, viene a poner un rayo de esperanza en esa recopilación de nuestro folclore que ya mencionábamos en el artículo anterior. Porro es autor del "Archivo de la tradición oral de Palencia", la mayor recopilación española de canciones tradicionales dedicada a una sola provincia, y ese caudal viene avalado por tonadas y romances en los que ya se fijan sorprendidos los primeros autores que escriben sobre nuestra montaña. Otro de los factores que determina el éxito es la zona privilegiada de la que se habla, por la propia incomunicación que sufre, lo que conlleva una buena mochila de reserva donde se van acumulando hechos y canciones con las que los pueblos se entretienen y se inspiran. Menos mal que también el ai

De Lorenza a Lorenza

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El tiempo, sin querer, te va situando en el camino a gentes e historias que por diversas circunstancias han estado presentes en tu memoria o en tu vida. A veces vienen sin ser vistas; a veces llegan a ti a través de otros. En mi caso, también, por mi presencia ininterrumpida en los diarios de la provincia y mi entrega a esta tierra que tantas y tan intensas sensaciones me provoca. Mi abuela materna se me evidencia muchas veces. Pequeña, simpática, generosa y folklórica. Mi recuerdo se llena con su imagen. Era una "especialista", porque nos transmitía como nadie sus saberes antiguos. Dentro del variopinto mundo de las tradiciones, de manera especial la tradición oral, aparece esta figura que los estudiosos califican de fundamental porque, no sólo difunde lo que aprende, sino que, además, le añade su particular forma de entenderlo. Es una continuadora de otras voces; se deleita con lo que otros le sugieren y la transmite, poniendo un toque personal que desgraciadament

Un bucle generacional

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En fechas recientes se ha celebrado en Cervera el Primer Foro Montaña Palentina Sostenible donde, ante un escaso público, se felicitaban por la Carta Europea de Turismo Sostenible con el que se le ha reconocido al territorio norteño. De reconocimientos estamos bien. Alguna brecha se abre siempre desde un Foro o Asociación que busca aunar fuerzas para luchar contra ese nudo de incomodidades y olvidos que nadie hasta el momento ha logrado despejar. Que aunque es verdad que se han ido haciendo cosas, apenas si logran referencias fuera de su marco, mostrándose como una baliza de advertencia para todos los que viven y trabajan en ese entorno. Si nos fijamos detenidamente, vemos que cada dos o tres años se habla de una iniciativa nueva, se ponen encima de la mesa proyectos interesantes, se repasa las necesidades que tenemos, parece que vamos del adagio sostenuto, que diría mi añorado Félix Buisán Cítores, donde se entremezcla la paz del pueblo campesino, al vacío más profundo. Una es

Una talla de regalo

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Desde hace varios años, por las impresiones recibidas al acercarme a autores y a documentos que hacían referencia al valle de los Redondos, me he sentido de algún modo obligado a recuperar historias que me emocionan todavía, que sacuden la indiferencia que pesa sobre estos apartados rincones, que ahonda en ese bosque inmenso que se le abre al caminante; en ese valle que emociona, que aprisiona, que atrapa cuerpo y mente. Parecida admiración sienten los Condes de Siruela. Según los documentos que se conservan en el Archivo Histórico Nacional y en el Archivo General de Simancas, donde se hace alusión al testamento de Leonor de Mendoza, condesa de Siruela, mujer del primer conde, Juan Velasco, a ellos se les atribuye la fundación de una iglesia y convento -que podría ser el de Viarce- a finales del siglo XV, y que serviría para acoger a los eremitas franciscanos que vivían en el valle desde 1320. Sebastián de Miñáno, en 1826, ya lo menciona en su diccionario: “En su término [de Re

Todo cambia en un segundo

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Es probable que esta reflexión la haya hecho ya un montón de veces, porque se repiten las historias, como se repite la música, lo mismo que se repiten la mayor parte de las cosas. Lo que podríamos reinventar nosotros en señal de homenaje a los creadores verdaderos, a las generaciones que pasaron antes y no para vanagloria nuestra que no es seguro que de inventores tengamos mucho. A mí me gusta repetir las historias. Escuchar muchas veces las mismas canciones. La película Apocalypto, por ejemplo (2006), basada en la cultura maya del Petén, Guatemala, alrededor del año 1511, que dirige Mel Gibson, la he visto ¿20 veces? Y no me canso de verla porque siempre encuentro algún detalle nuevo y, aunque subtitulada, me sugiere historias de nuestra historia, me abre los ojos ante un mundo perdido en el dolor, ahora y entonces, donde unas tribus se lanzan sobre otras para exterminarlas, para ofrecer las vidas de los hombres a tantos dioses que les guían, creyendo que lo que estaban pidie

Coplas a Palencia

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El lunes, 9 de septiembre de 1929, en la fiesta de la Copla Castellana se asegura que en Palencia hay poetas y hay cantares. Yo diría que, en todas partes hay poetas y en todas las cosas hay poesía. Basta sentirlo de manera especial para que salga al aire y convenza, y entusiasme, y sea bálsamo eficaz a tanta herida que se abre. El redactor o cronista se fija primero en el rico lenguaje de aquellos primeros tiempos y en el juglar castellano que recita el Poema del Mío Cid, única gesta conservada de mediados del siglo XII, cuya única copia fue realizada en 1307 por un tal Per Abbat y que consta de 3730 versos. Se cree que fue compuesta en 1140 por algún juglar de Medinaceli y en la misma aparecen detalles del camino que conduce de Burgos a Valencia. En el desván de la casa donde nací, de la que tantas veces os he hablado, rescaté antes de venderla un buen número de coplas que seguramente mi abuela, buena panderetera, había ido coleccionando. Y ellas le sirvieron para componer otras

Agravios y desmentidos del pasado

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El día 8 de Agosto de 1929, Frutos Martínez, corresponsal del "Día de Palencia", desmiente lo que otro entusiasmado cronista ha contado de Alba de los Cardaños, con motivo de la fiesta que tuvo lugar el 24 de Julio de aquel año. Se menciona allí una cofradía de 400 miembros, cuando en realidad sólo tiene 204, que ya es una cantidad significativa que nos lleva a imaginar aquellos lugares hoy casi despoblados en su punto más álgido. No es verdad, señala el corresponsal, que se ofrecieran novillos al Santo, ni gallinas, a excepción de seis corderos. Por aquellos mismos años, el redactor del "Diario Día" adelanta una noticia que será un bálsamo para este lado de la montaña. El diputado por el distrito de Cervera de Pisuerga, Ramón Álvarez Mon y Basanta, aunque natural de Mondoñedo (Lugo), abogado de profesión, obtiene en la legislatura de 1918 a la que se presenta por el partido romanonista, 4423 votos y media de forma resolutiva para que se cree el servicio de co

Todo para mañana

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Luis Antonio Sáez y Vicente Pinilla, profesores titulares de la universidad de Zaragoza, encabezan un ensayo que me llega a través de Dialnet y que trata sobre las políticas ante la despoblación en el medio rural. Una de las razones fundamentales, en la que ya nos hemos detenido nosotros muchas veces, es la calidad de vida que viene relacionada con la dotación de bienes y servicios. Si es verdad que, algunos, al jubilarse, vuelven a su lugar de nacimiento, pero sabemos que lo que contribuiría a detener esa sangría migratoria, sería la vuelta de los jóvenes, siempre que se dieran unas circunstancias que ayudasen a generar confianza. Cerveruela, en la comarca del Campo de Daroca, dio un respingo que asombró a todos, cuando sonaba ya la despoblación completa. De dos personas que vivían en los años 90, a los 33 que hay censados en la actualidad. 53 municipios de Aragón se encuentran en situación terminal, una  radiografía en la que me fijo para encontrar una similitud bastante aprox

Despoblarse de alma y cuerpo

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Personalmente, suelo argüir en esto, como en tantas otras cosas, que respondemos tarde, que vamos cada uno por un sitio para exponer lo mismo, y que hay mucha confusión en cuanto a dirimir responsabilidades. ¿Quién es culpable de la despoblación? ¿Hay culpables? Asunto complejo porque ahora la tendencia es, en la mayor parte de los casos, dejar los pueblos, buscar el ruido y la prisa de las ciudades, porque el trabajo no brilla en ningún sitio en un sector servicios saturado. Es como luchar contra esa voz interior que te pide silencio, que te pide sosiego, cayendo en el agobio de una ciudad donde supuestamente se aflojarán todos los miedos, cuando es posible que comiences a experimentar de otro modo todo aquello de lo que huyes. La realidad es aplastante, si nos detenemos en los rincones de España que más lo sufren. Casi el 25% de los pueblos de Aragón cuentan ya con menos de 100 habitantes. Los medios, ahora más que antes, se fijan en Soria y en Teruel. La senadora socialista P

Sobre el Condado de Pernía (y V)

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La escritura que comentaba la semana pasada, la firmaba Raimundo en la Abadía de Lebanza en las navidades de 1166, quince años antes de recibir en donación por parte de su tío, el rey Alfonso, todos los monasterios e iglesias, con sus villas y heredades. No es que revista mayor importancia, porque aquello ya es historia y nada queda de aquellos sistemas de gobierno, ni siquiera los pequeños conatos de los envidiables y democráticos Concejos, pero no entiendo la admiración que la figura del obispo despierta en el auditor de la Rota que en 1934 se deshace en elogios calificándolo de Mecenas de Pernía, todo en base a que, en su largo pontificado, que duró casi cuarenta años, se llevara a cabo la reconstrucción de la Abadía y la reedificación de la iglesia y el claustro de la misma, sin recabar en el esfuerzo que hacía el pueblo, verdadero artífice de que se llevaran a cabo aquellas obras con sus limosnas y trabajos. Y con qué liviedad lo publicitan además el colectivo del Arzobis

Sobre el Condado de Pernía (IV)

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Laureano en su larga semblanza alaba las cualidades de Raimundo, tío por parte de madre de Alfonso VIII, el de las Navas, que -según refiere- será quien amplíe y reedifique la iglesia del monasterio de la Abadía entre 1180 y 1185. Consta que es en 1181 cuando el emperador se lo dona a su tío, haciendo extensible el legado a los que vinieran después. Otros autores, como Rafael Navarro, señalan como artífice y promotor verdadero al conde Rodrígo Gustioz y diversos investigadores citan también con algún tipo de responsabilidad a Pedro Caro. Ya hemos hablado en varias ocasiones de los dos capiteles que vendió el siglo pasado el propietario que adquirió la Abadía y que se conservan en el Fogg Art Museum de Harvard, único legado que queda de aquel tiempo. Pero el asunto del poder no es sencillo de descifrar aquí y tampoco es materia en la que yo quiera embarcarme en este recorrido. Yo vengo a despejar las dudas sobre el conocimiento real de la situación en la que vivían entonces, por un

Sobre el condado de Pernía (III)

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Estos días que todos miramos la complicada situación política de nuestro país, viene bien recordar el Concejo rural al que Laureano se refiere en última instancia, que nace espontáneamente, para mantener y ordenar en común su propia y peculiar economía. En sus Ordenanzas se encontraban apartados referentes al cuidado de las cabañas por medio de las llamadas "vecerías"; el nombramiento de los guardas; la imposición de multas por tender ropa en prado ajeno, o perder los aparejos de pesca si alguien era sorprendido pescando con esparabel o a mano. Tener surtido el despacho y dar buen peso, norma que se les exigía a quienes cogían la subastan de panadería o carnicería, y de igual forma los taberneros que han de sujetarse a las leyes aprobadas en Concejo, abasteciéndose -según nuestras Ordenanzas- en el Infantazgo de Ampudia, Madrigal o Tordesillas y con la obligación de vender el vino al precio que dictasen los regidores. Decía la Ordenanza hecha verso por nuestro poeta loca

Sobre el Condado de Pernía II

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Y como el momento que vivimos hay que valorar y entender también las vicisitudes de aquel tiempo, momento en el que se levanta nuestra colegiata y los obispos reciben, a finales del siglo XII, ampliaciones y beneplácitos como recompensa a la merma de su poder jurisdiccional en la capital. En 1181 se amplía el coto al que nos referíamos en el artículo anterior sobre la Abadía, añadiendo una cláusula sobre la ganadería que pertenece a dicho monasterio, en el que se incluyen vacas, yeguas y establos donde se alojan y una curiosa coletilla que dice: "acoto tres hombres capturados en las villas de Santa María para que no puedan ser capturados más veces." Sobre los lugares acotados que van creciendo y donde se cita la iglesia de Santa Leocadia en el lugar desaparecido de Carracedo, se añaden lugares de Cabezón, Bedoya, la iglesia de San Vicente o de los moros en Cervera y otras tantas de la parte de Liébana. En la citada Conferencia, Laureano escribe que el r

Sobre el condado de Pernía (I)

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La historia, la verdadera, tiene enormes lagunas que unos y otros han intentado despejar, y sobre la que se van anotando historias que llegan de todas partes reafirmándose en lo que ya conocíamos o sorprendiéndonos con una versión nueva, como el nacimiento del Pisuerga al que me referiré en un próximo artículo. Laureano Pérez Mier, auditor de la Rota, que nació en Santa Maria de Redondo en 1904, además de transcribir el pleito habido entre Redondo y Brañosera el año 1575, estudió las antiguas Ordenanzas de San Salvador de Cantamuda y habló sobre los límites e incertidumbres en una conferencia pronunciada en Septiembre de 1934 en el Seminario Conciliar de Palencia. En aquella charla Laureano afirmaba que Nuño Núñez y Argilo fueron los primeros condes que otorgaron la Carta Puebla de Brañosera, donde ya se advierte la divisoria territorial entre el Condado de Pernía, sometido al reino de León y el naciente Condado de Castilla. En la Historia General del Derecho Español, nuestr

Un mar en la montaña

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Llegados a este punto, en el que te vas viendo mayor, un poco cansado de reponer historias con la fe de alcanzar el premio de un público entregado a la misma causa, te supera a veces el desaliento. Dicen que uno consigue lo que quiere si pone verdadera intención y trabaja por ello. Pero lo cierto es que, sin haber levantado la vista del cuaderno en 40 años, sin haber pedido a cambio nada, porque nada merece el que hace lo que debe, el tiempo de uno se agota sin ver su sueño hecho realidad. Es como ese viajero que va llenando su alforja de experiencias y visiones a medida que conoce nuevas tierras y como no las comunica se van quedando en la reserva, no sirven para nada. O como ese viajero que va deprisa y no capta el mensaje con la pureza que exuda y comparte sus impresiones con amigos y familares equivocando señales y conceptos que luego pesan en el ánimo de quienes estaban convencidos del canto sublime que aquí interpreta la naturaleza. En mi caso procuro llevarles, siempre con