La tierra del Oso


La misma incertidumbre que se cierne sobre el futuro del oso y que ha movilizado enseguida a Medio Ambiente, me invade a mí, nos invade a todos, con el asunto peliagudo de la despoblación. Esto es como un volcán que va perdiendo lava día tras día, anegando pueblos y comarcas que nosotros conocimos llenos de vida, pese a la sangría que los iba consumiendo en las últimas décadas del pasado siglo.


Quiero devolverle los elegios a Rafael Palacios que, en sus "vientos del norte" pone sobre el tapete tantas preguntas a las que nadie nos responde. No importa que nos esmeremos en pedir soluciones, si quienes son responsables de llevarlas a cabo, duermen a pierna suelta. Fíjate, amigo Rafael, los ríos de tinta que han corrido en torno al caso "Adri". Falsedades, enchufes, estafas, prevaricación... Y los silencios en los que se han envuelto por miedo, por favores, por véte tú a saber cuántas historias que bien se ocupan de tapar los implicados.

Y eso es una estafa y nos preocupa, pero toda la parafernalia que hay montada en torno al oso me parece denigrante.

En el diario "La Voz de Asturias", de mediados de octubre, se recoge una información que nos afecta. El Ministerio de Medio Ambiente ha comenzado a trabajar en el desarrollo de un banco de células germinales, integrado por muestras de semen, óvulos y embriones que permitirá garantizar la cría de ejemplares de la especie en caso de una amenaza inminente de extinción.

Este proyecto, en el que colabora el Centro Superior de Investigaciones Científicas, extenderá su actuación a otras categorías animales incluídas en el catálogo de la fauna amenazada, como el lince ibérico, el visón europeo o la foca monje.

A mediados de marzo, “El Diario palentino” informaba de la decisión de la Junta de Castilla y León, que invertirá en el Plan de Recuperación del Oso Pardo 540.000 euros. En dicho Plan se incluye la formación de agentes y celadores medioambientales, la sensibilización de colectivos sociales y de la población escolar en el norte de la provincia. Vamos, que le digan al pueblo el dinero que destinan a los animalitos, que ya verán la sensibilidad que sienten.

A mí el oso no me preocupa en absoluto. Vivirá lo que tenga que vivir y desaparecerá si tiene que desaparecer aunque le llenen de arneses.

Si al oso se le antoja vivir aquí, porque le gusta esto y el ambiente o la sabia naturaleza le mueve a emparejarse y procrear, encantados estamos, pero hablar de semen de oso cantábrico de gran calidad para fecundar a Paca y a Tola, es ganas de perpetuar una especie que, como tantas otras que vivieron en los siglos pasados, tiene los años contados.

Me preocupa el hombre que está desapareciendo poco a poco y nadie levanta un dedo ni se mueve un ministerio para evitarlo.Que hagan una seria reflexión todos esos colectivos de políticos, técnicos, naturalistas y todos los que se quieren añadir a este despliegue de salvamento.

Veo lógico que las patrullas que le alimentan y la fundación que le proteje, se esmeren en cumplir la tarea encomendada, evitando o denunciando el furtivismo.

Lógico, por lo tanto, que quienes aman a los animales por encima de todas las personas y de las cosas, se sientan preocupados por la extinción de una especie. Lógico, que quienes viven a su costa, nos lancen ayes lastimeros y nos envuelvan de información en la que cualquier cosa que se haga, cualquier proyecto que tenga que ver con la comunicación, tendrá que someterse a un juicio sumarísimo en el que intervienen ya muchos poderes.

Pero a mí, de toda la información que se ha ido generando, lo que más me sorprende es la coletilla que la adorna- Dice el Ministerio que "la conservación de los animales amenazados es una actividad imprescindible para restaurar población en el medio natural" y, lo cierto es que, enseguida se ha puesto en movimiento un gabinete entero y se ha abierto una cuenta millonaria para el cuidado, la conservación y el futuro de los bichos.

He llegado a la conclusión de que lo que quieren los conservacionistas es un "Parque Natural Animal", o "Parque Animal Fuentes Carrionas-Fuente Cobre", porque son los únicos que consiguen prebendas y subvenciones con sólo chascar un dedo Palomero y la poderosa fundación que suscita el proyecto. Y no digo esto por capricho o para cubrir el espacio de los sábados en el "Diario Palentino". Lo digo porque es lo que piensa el pueblo llano, al que curiosamente nadie se ha preocupado de buscarle otras alternativas.

Que una empresa contamina, silencio; Que una empresa cierra, silencio; Que la demografía señala un descenso alarmante de población, silencio. Pero, ¡ay!, cuidado con el oso. No me lo toquen. Es animal sagrado. Es una herencia valiosa. Es el fundamento del bosque, la razón de existir de unos pueblos, el futuro de estas tierras.

¿Y el hombre?
¡Pobre hombre!


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