Desde Santa Lucía al Resbalón

“Quién vos triju esti vinu?” –preguntaba el segador cuando empinaba la bota, o el hombre que pinchaba el chon en la ceremonia de la matanza, o el mozo que tenía por la pata, o el más arriesgado de todos, el que amarró el hocico inutilizando los colmillos.

“Mos lo trijeron los Ruices”, respondía el amo con orgullo si era bueno; cabizbajo si no tenía fuerza, aguja o color. “O mos lo trijo Segundino”.



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FROILÁN DE LÓZAR, SEPTIEMBRE DE 2020
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