San Glorio y sus circunstancias

Varios lectores, después de leer el artículo “Un camino sin salida”, han dejado su opinión en el blog de periodistadigital. Me pregunta Christian: "¿no debería la Junta resarcirnos de algún modo por haber hecho tan mal los deberes?"



Enseguida le he mandado un correo a un lector que me sigue cada sábado, muy implicado en todos estos temas o, si lo quieren de otro modo, a un “prestigioso especialista”, como trata la Sentencia a los profesores de las Universidades de León y Salamanca, para que me haga un guiño aproximado de las consecuencias que esa nulidad va a conllevar para esta tierra nuestra.
Me hace observar que en la Sentencia núm. 20, de 8 de Enero de 2008, hay un párrafo que dice: “No se prueba que hayan cambiado las circunstancias o criterios que fueron tenidos en cuenta para la Aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre".

Dice la ponente: “En primer lugar porque, como se ha dicho, el expediente carece de cualquier tipo de documentación que acredite que han variado las circunstancias, -ni las medioambientales ni las socioeconómicas-; por el contrario, lo único que obra son informes.../ en los que se sostiene lo contrario.

Mis lectores opinan como opina mi amigo: Los ecologistas y la ponente han hecho su trabajo. La Junta, en cambio, no se preocupó de probar que habían cambiado las circunstancias por lo que cualquier intento de recurso se dará contra un muro. La ponente ni siquiera hubiera necesitado transcribir las largas parrafadas de los informes de las Universidades porque, a fin de cuentas y meditándolo fríamente, a las Universidades de León y Salamanca tal vez poco les puede importar si hay o no despoblación. Se evidencia así la mala gestión de nuestro gobierno regional, que no ha seguido los trámites para poder aprobarla, con lo cual, como dicen por nuestros pagos: “miel sobre hojuelas” para quienes se apuntan a una montaña despejada en todos los sentidos. Despejada y vacíada por completo.

“Después de esta sentencia –dice un lector- y la ineficacia de la Junta de Castilla y León, tal vez podría ponerse a la entrada de la Montaña Palentina, un letrero parecido a aquel que encontró Dante al llegar al infierno, cuando fue a visitarle con el poeta Virgilio: “olvidad toda esperanza”.

“Tal vez –escribe otro, queriéndome llevar a mí hacia una nueva recaída de ánimo- hay que decir a los jóvenes de la montaña que aten sus maletas como en los años 70, se despidan de sus novios o novias, si no los/las llevan consigo y vayan a buscarse trabajo a Valencia, Madrid o Barcelona”.

Después de tantos discursos, vista la ineficacia de sus proclamas, verificada su negatividad para el reflotamiento, no parece que la Junta de Castilla y León tenga la capacidad suficiente para hacer viable una zona que tiene tantos recursos, que bien aprovechados, podrían ser una fuente de ingresos, fijar población y que se inicie la repoblación como en tiempos de Valero, Félix, Tonio, Cristóbal y Cerveló.

Ya no queda ilusión, ni tenemos fuerza, ni queda tiempo, ni hay gente suficiente para levantarse contra estos políticos ineficaces, que un día sí y otro también nos están empujando a cerrar puertas.

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