Fructuoso Diez, "El Toso"

«En Vidrieros, duele que el oso se haya tenido mas en cuenta que las personas»

Fructuoso Diez, [ganadero] 


Hace ahora trece años aproximadamente que me entrevisté con Fructuoso Díez, conocido familiarmente como «El Toso». Entonces, su cuadra era pequeña, acababa de dejar sus estudios de perito industrial en Valladolid para venirse al pueblo y las perspectivas eran muy poco favorables por las innumerables barreras que se le iban tendiendo. Hoy, he vuelto a Triollo.«Toso», 34 años, casi la a misma barba, me recibe en la cantina que regenta su madre. Fructuoso Diez me cuenta que ha construido una nave grande a la entrada del pueblo y que ha cambiado las 700 ovejas por vacas. Uno de los motivos ha sido la constante acometida de los lobos. «Los guardas -a quienes critica duramente- me decían cuando los lobos atacaban el rebaño que podían ser perros» A «Toso» le gustan la montaña, la lectura y la charla con la gente en el bar mientras toma unas copas. Esas son sus principales aficiones en medio de su trabajo diario. En medio de la conversación, cuando le pregunto lo que opina del turismo, mueve la cabeza: «Nos lo estropean, nos lo destrozan, se van a cargar esto en poco tiempo. El turismo va a suponer un medio de vida para una docena de personas, pero se lo van a cargar todo. No se puede fundamentar el desarrollo de una comarca en algo tan variable como el turismo», afirma tajantemente.



Froilán de Lózar TRIOLLO

Me han hablado de ti muchas personas de diferentes lugares, ¿Qué contactos mantienes con gentes de otros pueblos?
Frecuentes y amistosos, exceptuando con ciertos guardas de Icona, con los que parece imposible convivir. Nos someten a una persecución constante, sin motivos; parece que lo único que pretenden es que esta tierra se convierta en finca particular para regodeo de cuatro ricachones.

Ahora dime, ¿Cómo ves las asociaciones de montaña?
Al ser gente tan poco propia a asociarse por falta de una cultura de cooperativismo, las pocas asociaciones de montaña que ha habido han dado un resultado casi nulo. Este es uno de nuestros principales problemas: todos esperamos y confiamos más en la lucha individual.

¿Cómo se desarrolla tu vida diaria en Triollo?
Como la de cualquier ganadero de la zona. Aunque parezca monótona, tratándose del ganado y del campo, cada día hay una cosa nueva.

¿Cómo ves el turismo?
Yo creo que estamos perdiendo el norte. Se está llegando a una saturación que puede conducir a un destrozo total de la zona. La gente viene, y no siempre respeta ni a los habitantes ni a su medio de vida y menos al sistema ecológico. La administración promociona la zona, pero no aporta nada para que la zona recoja a tanta gente: carreteras, zonas de acampada, medios sanitarios...

«El Toso» sigue en Triollo después de trece años, ¿se puede hacer un balance positivo?
Sí. El balance es favorable. Es el cambio de la sociedad de consumo a una vida mucho más rica, incluso en el plano intelectual. Yo pretendía alejarme del consumismo exagerado y aquí he encontrado una respuesta que se aproxima mucho a mis anhelos.

¿Has encontrado muchos impedimentos para desarrollar tu trabajo?
En principio, sí. Luego te vas ganando un poco la confianza de la gente, conoces el medio y te adaptas a él.

¿Cómo se ha vivido aquí la campaña del pantano de Vidrieros?
Con mucha intensidad. No por el hecho en sí de que te impusieran un pantano -que podía ser rentable y necesario-, sino por el hecho de imponértelo.
Lo que más duele es que el oso sea mucho más importante que las personas que están viviendo aquí.

¿Cómo se entiende lo del parque natural en Triollo?
En Triollo ya le hemos manifestado a la Junta de Castilla y León nuestra oposición al borrador, porque entre otras cosas es un texto muy abstracto, donde no se concreta nada. Lo único que sí parecen concretar es el tipo de sanciones y las restricciones. El que ha elaborado este texto desconoce esta zona y, que tengan en cuenta que si existe este medio tal y como está, se lo debemos a la gente de aquí, a los vecinos que habitamos durante todo el año en esta tierra.

«Desde las oficinas no se puede hacer un parque»...

Sección: "Protagonistas de la montaña palentina"

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