Versos a Oliegos

Desde hace diez años, un grupo de nostálgicos recuerda con sus versos la desaparición de Oliegos, pueblo leonés hundido bajo el embalse de Villameca.


En 1945, las ciento cincuenta personas que vivían en este pueblo leonés, enclavado en la comarca de La Cepeda, fueron transportados a la fuerza en un tren de treinta vagones a la finca de Foncastín, municipio de Rueda (Valladolid).

A mediados de octubre de 2010, un internauta nos sorprendía en youtube con las imágenes inéditas de la voladura de la torre de Riaño (León) último símbolo de una de las zonas mas bonitas de España antes de ser inundada por las aguas para crear el Pantano. La orografía ha cambiado en muchos kilómetros a la redonda y quienes a la fuerza fueron despojados de sus raíces, no encuentran por ningún lado la riqueza que iba a generar este sacrificio.

Si en Riaño sigue alentando una especie de cacerolada contra un pantano inmenso con la impresión de que no sirve para nada, en Oliegos, los versos son una especie de ungüento, donde poetas de prestigio cantan para que no se eche en olvido. Con este certamen los organizadores pretenden despertar la memoria de tantas poblaciones que van muriendo irremediablemente; aquellas, bajo las aguas de un embalse; otras muchas, agonizando cada día, como empujados suavemente al olvido por dirigentes y por hijos, porque nosotros, sus descendientes, también somos testigos y partícipes de esa muerte.

Frente a la indiferencia de tantos como claman por la vida sana y natural sin mover un dedo, los organizadores pretenden con este certamen mover a imitación, y han escogido este año para celebrarlo al pueblo de Fontoria de Cepeda, perteneciente al municipio de Villamejil, en un rincón de su alabada iglesia románica. Cita Gancedo, en el diario de León, otros pueblos que ya disfrutaron de esta convocatoria, como Quintana del Castillo, Morrondo, Quintanilla del Monte, Magaz de Cepeda, Villamejil, Astorga, el mismo León, sin olvidar a Foncastín, el pueblo de la provincia de Valladolid donde fueron realojados muchos de aquellos vecinos de Oliegos.

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