Pasión por el Románico
Hace unos días he aprovechado mi semana libre para repostar en aquellos lugares que tanta nostalgia me provocan. Para degustar un cocido lebaniego en Potes, una lubina en la Posada de Camasobres, el menú degustación en "La Taba" de San Salvador y alubias con conejo en el restaurante "Pacho" de Cervera, amigos que me siguen por las redes sociales. En San Salvador me impresionaban gratamente las láminas que adornaban el pasillo del establecimiento, donde se muestra a plumilla una veintena de iglesias románicas del norte de la provincia. Un acierto que se suma a la mano exquisita en la cocina y que se traducirá próximamente en las jornadas gastronómicas que alcanza ya la dieciseisava edición. Al placer que se mete por el gusto en tantos rincones de nuestra montaña, hay que sumarle el que entra por los ojos al llegar a los sitios, esas ermitas en mitad de la nada, que estimulan los sentidos, alabando el quehacer anónimo de tantos artesanos como las dieron