Una de las últimas veces que tuve la ocasión de recordar historias de nuestros pueblos junto a Piedad Isla, a la que el Ministerio de Cultura ha elevado a la categoría de autor, fue en Cervera, allá por el verano de 2008, en la firma de ejemplares del libro "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería".
"Esa foto es mía", le espetó a mi editor que había sido el encargado de recogerlas por los pueblos de la zona y de las que se han publicado en varias ediciones más de 300 distintas. Al final, en una nota, se hacía referencia a todos y cada uno de los vecinos que aportaron el material, en algunos de cuyos casos, efectivamente, se adivinaba la mano de Piedad.
Yo que compartí también la
profesión y mantuve un estudio de fotografía durante veintitrés años en Bilbao,
hasta que cayó el revelado analógico, entiendo un poco su obsesión por
poseerlas todas, porque "me han dado el alma", como llega a decir en
la entrevista que protagoniza, previo paso a la serie de reportajes que con
este motivo emitirá la segunda cadena de televisión española.
Piedad fue una mujer buena y
rebelde. Rebelde porque no se conformó con lo que la sociedad parecía tener
asignado a las mujeres de aquella época; porque luchó no sólo por convertir en
realidad aquel anhelo suyo, sino, también, defendiendo historias que no
contribuyeron a fomentar amistades y sosiego en los últimos años de su vida.
Fue buena, porque, metida en su
papel de autora, con el dominio de la perpestiva y de una vieja máquina, aupó a
lo más alto todos los aspectos y carestías de ese mundo rural que hoy se
zarandea en la penumbra.
Fue sabia, porque con la humildad
que le caracterizaba, sin distinción de rangos y políticas, hizo tributo
permanente a los paisanos que nos precedieron.
La misma entrada en "Curiosón" con 7 imágenes de Piedad
Imagen: Ministerio de Cultura: La autora, Piedad Isla
Reportaje-Homenaje a los fotógrafos españoles: La Voz en la Imagen