La romanización (II)

La provincia de Palencia es la zona más rica en monumentos románicos de Europa.



Y quienes vienen buscando el arte,  encuentran, además,  el bucólico paisaje que lo complementa.
Hay menciones allí para las ermitas de San Justo de Quintanaluengos y San Pelayo de Perazancas, ermita ésta última, donde planificó su intervención la Junta de Castilla y León el pasado año, de cara a su restauración. Así mismo, las de Salcedillo, Brañosera y Cordovilla, consagradas en 1118 por el obispo de Burgos; Barruelo, Cillamayor, Verbios, Villanueva de la Torre, Mudá, San Cebrián, Vergaño, Rueda; la ermita de Salinas de Pisuerga y las de Matalbaniega, Cabria, Villanueva del Río, Barrio de Santa María, Vallespinoso, Aguilar... La parroquia de Perazancas, Santa Eufemia de Cozuelos, Moarves, Zorita, Puebla de San Vicente, Nogales, Mave, y un largo rosario de pequeños pueblos desde la Valdavia hacia las Vegas del Carrión así como otros muchos puntos que se citan en los valles del Cerrato. Citan los estudiosos el eremitorio que fue en el 820 la iglesia de Santa María la Real, cuya mención recupero estos días, junto a una extensa e intensa visión de nuestra montaña de lo que podría convertirse pronto en un nuevo libro si el editor así lo estima.

Esa imaginería románica que tanto nos subyuga lo abarca todo en aquel tiempo y, de tal modo, que atrapa el alma como describen los académicos. De tal modo se concibe por los soñadores, que lo cubre todo, dejando en sus composiciones una puerta para la comprensión de la historia que fluye en aquel tiempo. No podemos obviar el inconmensurable canto que se alza ya entonces para tanta riqueza escultórica, lo que coloca a Palencia en la cima más alta de lo Románico durante los siglos medievales. El recorrido no se queda en una lista inabarcable de pequeños pueblos, sino que aterriza también en el claustro del Monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo, sin olvidar en esa cita la Ermita de Santa Eulalia o la célebre de San Pelayo, en Perazancas. Lo que de verdad emociona hoy al mundo y nos llena a los palentinos de orgullo, es la valoración que se hace y el ferviente quehacer que se viene desarrollando en la villa norteña a través de la Fundación Santa María la Real, cuya trayectoria ha sido ampliamente reconocida y premiada. Concienciar a quienes observamos estos días la restauración que se ha venido efectuando sobre tantos pequeños templos, respondiendo así a la conservación del medio, una invitación para vivir de cerca y soñar como soñaron tantos grandes artistas de la piedra.

Para la sección "La Madeja", en Diario Palentino y Globedia
Imagen: Portada de la Iglesia de San Andrés, Cabria, en Wikipedia..

LO + VISTO

Pueblos desaparecidos

Pueblos desaparecidos y despoblados (II)

El descubrimiento del carbón

El Santuario del “Carmen”

Curavacas

Guardo