El simulacro

Aunque el tiempo amaina considerablemente la sensación que nos dejó febrero, me niego a dejar pasar esta ocasión sin contestar a quienes la semana pasada hacían balance en Cervera de Pisuerga sobre el último temporal; desde luego, la mayor nevada de lo que va de siglo y una de las más grandes en muchos años, posiblemente, calculando el mes de incomunicación con Palencia que vivió Piedrasluengas, mayor que la que vivimos en San Salvador en 1981, una semana incomunicados, sin luz y sin teléfono en Pernía y quince días cerrados los pueblos de la Castillería.


Será por lo del cambio climático, obedezca o no a ciertas normas que no entendemos de la meteorología, esta vez la nieve ha cubierto villas como Reinosa o Aguilar, convertidos estos puntos en centros de referencia para los medios de comunicación. A través de ellos y a través de quienes pululan por las redes sociales, que son un pulso en nuestro tiempo, aunque algunos se nieguen a admitirlo, hemos sido alertados de la dimensión de la misma: ganaderos que tuvieron que tirar miles de litros de leche, que vieron impotentes como el peso de la nieve hundía sus naves; caballos y corzos enterrados en la nieve; personas, en su mayor parte, mayores, con recursos limitados, taponados por los inmensos neveros.

Dice hoy Antonio, un poeta canario que he añadido a mis colaboradores que "aquí estamos los soñadores, los ingenuos, los que aún creemos en la fuerza de las palabras".

Yo a estas alturas dudo de que las palabras tengan fuerza. Diré más, me lo cuentan por las redes (igual es mentira), que hubo alcaldes que felicitaron a la Junta por su labor, cuando es evidente que fallaron las previsiones, que no se destinaron las máquinas necesarias, que rozamos nuevamente el abandono.

Dicen algunos, movidos por no sé qué razones, que no fue para tanto, que hubo otros inviernos peores, que las redes han creado la alarma social, que todo ha sido una exageración.
Vamos que, todo ha estado bien, que apenas se ha notado la nieve, que hay cosas más importantes esperando.

Aquí el asunto es lamer el culo a todo el mundo. Sigan ustedes ejerciendo ese derecho, que poco más necesitamos para que se cierren definitivamente estos y tantos otros pueblos.

La Madeja, en "Diario Palentino" y "Globedia"
Imagen: Nevaona, por @Pumar59

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