Barreñón
Muchas de las palabras que maneja el filólogo Carlos Vielba y que comparto cada lunes en mi bitácora de “curiosón”, no aparecen en el diccionario de la RAE. Investigando un poco encuentro que “barreñón”, aumentativo de barreño, se utilizaba en algunos lugares como medida de capacidad para la pesca. Tirando del hilo llego a tierras asturianas donde, en el Vocabulario de Comercio Medieval ya aparece el término en algunas poblaciones como Luarca y Figueras. En 1525, en un libro de cocina, explican: “Y majarlo con un mortero, y después de majarlo, echarlo en un barreñón”. En 1996 la revista de folklore Joaquín Díaz, en Glosario de Voces Tordesillanas, ya recuerda la palabra Barreñón , entre un grupo de voces recogidas en un trabajo de campo, en conversaciones directas con personas de más de 70 años, de distintas esferas sociales, palabras cotejadas después con diccionarios y documentos de la época, así como una mirada a voces originarias de Asturias, La Rioja, León, Salamanca, Segovia y So