Custodios de nuestra historia
El pasado mes de junio, mi amiga Margarita Marcos que, a la mínima ocasión se escapa a la montaña desde la capital, consiguió emocionarme con un texto que dio la vuelta a Irlanda. Allí se preguntaba ¿qué será de los custodios de nuestro románico rural cuando pase el tiempo? ¿Quién ocupará su lugar, meramente testimonial, en los meses de verano? Por esas cosas de lo mágico, aquella dedicatoria suya ha cruzado fronteras, ha llegado hasta Irlanda, donde un profesor que accede al artículo por indicación de una compañera, entraba en contacto hace unos meses con mi colaboradora y amiga para incluirlo en un temario sobre el Románico que estaban elaborando. Y la propuesta es venir en febrero para hacer un recorrido por el rico y abundante románico de nuestra montaña palentina. Margarita no se refiere a las fundaciones, monasterios y conventos. Margarita habla de nuestras raíces, de nuestros orígenes, de la pequeña historia de cada uno, de ese dios de las pequeñas cosas que se refleja en