La Venta Campa
De todos los rincones pueden contarse historias que con el paso de los años nos vienen a la mente, como néctar caprichoso que nos renueva el aire. Aquí, en esta parada, vivió Prudencio González, hermano de Pepe "el de la Fábrica", al que apodaban "Campa", de donde parece lógico pensar que procede el nombre de la Venta. Mi tatarabuelo, Apolinar Fernández de Lózar, lo tuvo arrendado en el siglo pasado y ya daba comidas y vendía ultramarinos. Otro pariente, Apolinar, ya casi centenario, vivió en esta casa a primeros de siglo al refugio de su abuelo y recuerda con gracia, no exenta de orgullo, cuando llegaron a buscarle para darle unas "castañas" por haberle pisoteado la huerta a la familia Gómez. Esta anécdota, contada por un hombre que tantos caminos anduvo, de lado a lado de la montaña, primero en Pernía, después en Alba de los Cardaños, para terminar asentándose definitivamente cerca de Valderredible, en Quintanilla de las Torres, le da vida y pre