Proyecto Cicoina
Un vecino de Becerril de Campos, en la sección de Cartas, se muestra agradecido porque todas las partes, más o menos implicadas en el problema de las cigüeñas, cuyos nidos amenazaban con hundir la iglesia, se sentaron un día y decidieron trasladarlos. La resolución no es nueva y el asunto del peso de los nidos preocupa seriamente a muchos pueblos de nuestra geografía. Hace unos meses, la Asociación Naturalista de Aragón se desplazaba a La Almunia para retirar cinco nidos de la Torre Mudéjar que estaban dañando la estructura del monumento y que impedían encender los focos por riesgo de incendios. El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental aprobó la manipulación de estos nidos y su reposición con plataformas metálicas en lugares más seguros. Todo el mundo parecía contento con esa resolución de instalar “viviendas protegidas” para cigüeñas, todo el mundo menos las cigüeñas que ajenas a la programación del hombre vuelven sobre sus pasos. Y debe ser un síntoma curioso el provocado