Putísima mina
Las estadísticas te llevan a una valoración aproximada de los hechos y acontecimientos, pero, como en la vida, ni todos eran buenos empresarios, ni todos los buenos empresarios consiguieron salvar siempre los trastos; ni todos eran buenos picadores, ni todos los picadores buenos recibieron la compensación justa a su trabajo. La mina para el minero es una especie de lotería. Algunos echaron mano de sus amistades y se jubilaron temprano con un grado de silicosis que no padecían, dedicándose luego a otros menesteres mientras cobraban una buena paga. Yo recuerdo a Vidal, el vecino, cada pocos días bajando en busca de oxígeno a Palencia, consumiéndose cada minuto que pasaba, sabiendo que su pulmón estaba muy tocado y consciente de su mala suerte esperando la muerte, la horrible muerte, rodeado por la impotencia y la desolación de su familia. Y qué vida más perra, expirando a unos meses de la jubilación y dejando a su mujer con una pensión de 12000 pts. Personalmente, desde pequeño, m