Comunicar la Tierra
Cuando estás a gusto en un lugar, cuando lo que cuentas no sólo te compensa emocionalmente, si no que te da la ocasión de trasladar ese planteamiento a ese lector a quien has hecho cómplice, el resultado es positivo. No es fácil este oficio de rememorar los viejos pasos, de taponar esas grietas que aquí se notan tanto, de escribir sobre algo o sobre alguien y percibir ese aliento cómplice que te obliga ligeramente a renombrar esas escenas y esas gentes tan abandonadas a su suerte. Va a hacer un año en Julio de la Feria del Libro que anualmente se celebra en Cervera de Pisuerga, no como aquellas ganaderas de antaño, pero tan esperada y concurrida. Recuerdo que se me acercó una mujer del Valle Estrecho para que le dedicara un libro. Ya lo había hecho antes con mucha gente de Celada, Casavegas, Los Redondos… "Tiene usted que escribir algo de aquella tierra" -me dijo. Eso solo te engorda. Alguien que te recuerde, que te cite, que te agradezca. Alguien que piense que aque