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Una primavera de cuatro estaciones (II)

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Como el espacio de que dispongo es limitado, voy al grano directo, resumiendo la semblanza de este "monstruo" de las letras, lanzador extremado de la vida y obra de Silvina Ocampo, sobre la que ha disertado en Estados Unidos, Bélgica, Francia, Marruecos, España, Uruguay, Buenos Aires y una decena de provincias argentinas. Manuel Lozano Gonbault Cuando contaba 18 años ya removió a la crítica por sus ensayos sobre ""Shopenhauer y la Revelación del Budismo en Occidente", y "Platón, Plotino y Neoplatónicos en el Renacimiento Italiano", dictando conferencias y seminarios a lo largo y ancho de su país. En 1992 fue el único escritor joven de Argentina, invitado para disertar como miembro activo en la "Bienal Internacional de Poesía", organizada por la "Maison International de Poesie", de Liége, Bélgica. Y así, encuentros y disertaciones por todo el mundo que han guiado su quehacer desde el principio, reflejando en u

Una primavera de cuatro estaciones (I)

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Tengo cuatro frentes abiertos que iré desarrollando en las próximas entregas. Hace unos días saltaba la noticia de que el escritor Manuel Lozano Gombault había sido postulado por un grupo de instituciones como precandidato al Premio Nobel de Literatura. Manuel Lozano es el mayor estudioso de la figura de Silvina Ocampo, una de las cumbres de la escritura argentina del siglo XX y tomó parte en 1993 en el "Primer Foro de Literatura y Compromiso" donde participaron Ole Soyinka, José Saramago, Juan Goitisolo, Jorge Amado y Augusto Roa Bastos entre otros prestigiosos autores. Borges, en 1984, dijo de Manuel: "Nos deslumbra con páginas memorables. Descubro que tiene el hábito de frecuentar el universo, de traducirlo en misteriosas y afortunadas invenciones". Y es una estación importante para mí, porque Manuel Lozano ha sido colaborador de la nueva época de la revista Pernía , en la que se fijó un día y a la que remitió desde Argentina poemas y ensayos q

La Romanización (y VI)

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Antes de cerrar esta conversación, una pequeña aclaración para quienes intuyen que me estoy equivocando con el título. Se entiende por romanización de Hispania el proceso por el que la cultura romana se implantó en la Península Ibérica durante el periodo de dominio romano sobre esta. Y dentro de esa cultura, se encuentran las construcciones... las iglesias que en tal modo nos tocan a nosotros, hasta colocarnos entre los más beneficiados de Europa, sección que he abordado en homenaje también a quienes con profunda humildad nos recuerdan el trabajo tan bien realizado en ermitas y templos de todos estos pueblos. John S. Richardson, en el sabroso ensayo "España y los romanos", publicado en 1998 por "Crítica", después de muchas consultas y lecturas, apunta que "en un sentido inequívoco, España fue una creación de Roma". Los habitantes de las provincias se romanizaron con el deseo de imitar a sus conquistadores en unos casos y, en otros, fueron empujados

La romanización (V)

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"Favorezca suerte más ventajosa -señalan- a los investigadores que nos sucedan, y tropiecen con datos o hallazgos aclaratorios." Detalle en el pórtico de la Iglesia de Revilla de Santullán En este pequeño ensayo en el que gustoso me sumerjo, desconociendo muchas de las obras que se citan en aquel Pleno de la Institución Tello Téllez de Meneses a mediados del pasado siglo, hay una alabanza constante a las obras expuestas, tal es su fijación, por ejemplo, en los pórticos de Carrión, una de las mejores a su juicio, con una larga y detallada referencia  a las urnas sepulcrales y al variado capítulo de capiteles y pilas bautismales. Sorprendidos así mismo ante los pórticos de la iglesia de San Cornelio en Revilla de Santullán y los de San Andrés de Arroyo en el valle de la Ojeda, haciendo mención del pésimo estado de conservación de las archivoltas de la de Villasirga. Hay una referencia también a las pinturas murales de cuatro templos: Santullán, Pisuerga, la Ojeda y Orde

La romanización (IV)

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Los maestros canteros Un servidor, que no es un especialista, ni un historiador, sino un mero observador de la historia, se sorprende cada vez más del trabajo llevado a término por los canteros de otras épocas. Uno es estudiante de historia toda la vida, porque cada ojo que se detiene en ella la interpreta de una manera distinta y en casi todos las miradas una honda impresión, una exclamación de asombro, un sobresaliente sin que asome una duda. Eso pasa con el románico, que siempre cautiva a los de fuera, a quienes se quedan embelesados mirando una espadaña, o deducen por la perfecta sincronización de los cruceros y el minucioso labrado de portadas como la de San Andrés, en Cabria, más que la entrega, la pasión de aquellos talladores de antaño, que con recursos mucho mas limitados nos entregaron obras tan dignísimas. Siempre se pontifica a los Reyes y Condes que ordenaron levantarlas o ayudaron a iglesias y monasterios para su reforma, pero quedan en el oscurantismo otra ve