Memoria de Luis de Oney
Luis de Oney que escribía en este mismo Diario, cuando se ignoraba que la montaña palentina tenía duende, cuando era desconocida para el mundo, decía con buena lógica que, la capital, donde pueden desarrollarse las campañas fomentadoras de iniciativas, está situada en la meseta, motivo por el que no alcanza a sacudir la apatía que reina en el ambiente. Decía eso, y que sólo hablamos unos pocos; bueno, ahora alguno más va animando las redes con imágenes siempre sorprendentes de nuestra montaña. Quiero repetir que no hay nada nuevo bajo el sol y que lo que hoy sugerimos ya lo sugirieron otros antes. Dos son los puntos que debemos abordar, decía en aquella crónica de los setenta, cuando ya se apagaban las minas y la gente comenzaba a emigrar en busca de un futuro: "la propaganda de las cualidades extraordinarias que reviste la montaña palentina y, vestir los pueblos y aldeas con las comodidades que el turista y el veraneante exigen." Dos premisas que relativamente se han c