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Rabanal de los Caballeros

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Rabanal, "campo de rábanos de los hidalgos". Hasta 1986 se llamó Rebanal, cambiándose su nombre para evitar confusiones con el del Valle Estrecho. El apelativo “de los caballeros” procede de la Edad Media, cuando el lugar era conocido  como “Raunal de los fijosdalgo”. En Rabanal hay dos iglesias, una de mampostería, dedicada a Santa Rita, y la otra, más alejada, dedicada a San Martín, parte de cuyo patrimonio sacro se encuentra en el Museo Diocesano de Palencia. En Mayo se celebra una romería en honor a su patrona, Santa Rita, a la que acuden gentes de los pueblos cercanos. En  una de las últimas, tras la homilía, el grupo de los marceros de Cervera de Pisuerga interpretó unas canciones de la tierra y algunos de los asistentes tomaron parte en el concurso de bolo llano, que tanto se prodigó por estas tierras. A principios del siglo XIX nace en la localidad el historiador Modesto Lafuente Zamalloa, autor de la "Historia General de España" que consta de 29 volúme

Hoy mismo

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Aunque no creo que opinar sobre la situación que se padece arregle nada, no voy a lamentarme ahora que los responsables de este diario me han designado este rincón tan importante de la segunda página. Aunque publicitariamente y, según todas las encuestas, la página estrella, lo que más da de lleno a los ojos es la tercera, de la que procedemos. Me fui unos días porque otras obligaciones me llamaban y quiero agradecer los emails de esos lectores incondicionales que me siguen, que me piden que vuelva, que quieren verme en la batalla, como si fuera un montañés llamado a guerrear a perpetuidad por el estado de las carreteras, por la promoción de nuestra tierra, por ese acuerdo sanitario con el hospital Tres Mares de Reinosa al que, increíblemente, ponen condiciones; por esa sombra alargada y temible de la despoblación. Vengo de enterrar a mi padre y no puedo por menos de pensar que una gran parte de las personas que habitan estos pueblos son octogenarios, lo que obligatoriamente nos l

Quintanilla de las Torres

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Su nombre hace referencia a la existencia de una pequeña granja de la época romana (Quintana). Quienes escriben de este lugar en internet, lo definen como: "Pequeña granja en las altas montañas".  Por los documentos encontrados, se sabe que en tiempos medievales dependía del cercano pueblo de Cabria, nombrándose como "Quintanilla de Cabria". Para Roberto Gordaliza y Canal Sánchez-Pagín, su toponimia viene a traducirse como el "lugar de la pequeña explotación agraria de las iglesias codezmeras". Quintanilla fue un importante nudo ferroviario donde confluían la línea de Renfe hacia Santander y el ferrocarril minero de Barruelo de Santullán. Aquello motivó el crecimiento de la localidad que llegó a contar con 441 habitantes. A finales del pasado siglo Quintanilla se integraba en Villarén de Valdivia. Punto estratégico en la Guerra Civil, situado en el límite del frente sur, que se mantuvo fiel a La República. Este punto fue escenario de grandes enfrent

Quintanilla de la Berzosa

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En la boca de valle de Vallespinoso, por la misma ruta que nos lleva a Vallespinoso de Aguilar, se encuentra el núcleo despoblado de Quintanilla de la Berzosa, cuya iglesia de San Martín fue declarada Bien de Interés Cultural el 24 de febrero de 1993. (19) Existe una memoria histórica que acompaña la vida de estos apartados rincones de la geografía palentina. Se trata de lugares con poblamiento diseminado, que han perdido su entidad pero permanecen en la memoria de la gente. Quintanilla de la Berzosa fue uno de los pueblos anegados por el embalse de Aguilar y como Frontada, su iglesia, de bella espadaña, se libró de las aguas al estar situada en una loma, junto a una necrópolis con tumbas antropomorfas. Curiosamente, fue en este templo donde comenzaron los estudios previos a las labores de restauración en el año 2009, dentro del Plan de Intervención del Románico Norte. Se trata de una intervención plena que, unida a las reformas que ha ido acusando a lo largo de los siglos - al

El camino lebaniego

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Con la despoblación rural desaparecieron muchas veredas de los viejos caminos y, ahora, en este momento de ligera recuperación, algunos han abierto a la brava, sin consulta previa a los pueblos y personas que los conocieron, recorridos nuevos que lo único que hacen es llevar a la permanente confusión. Cuesta mucho ordenarlos, es evidente, lo comentaba hace unos días en Cervera de Pisuerga con Kiko, un gran conocedor del camino lebaniego, que detrás hay también muchas personas, asociaciones y ayuntamientos que han venido trabajando para señalizarlos y promoverlos. Entre la amplia red de caminos y calzadas que siguieron multitud de peregrinos se encuentra la Ruta Vadiniense, que se dirigía a Santo Toribio de Liébana. Arbejal, Alto de las matas, Vallegón; Vañes, si no hay agua en el pantano, la carretera vieja (la nueva es cordel); Venta Morena, San Salvador, El Campo, Lores, Casavegas; Alto Sierra de Albas, donde estaba la ermita de las nieves, lugar que fue escenario de un